EL MUNDO SEGÚN
MIS SENTIDOS
historias

CALLEJEROS BARBEROS
Dehradun (India), octubre de 2012.
En mi país y, por lo que sé, en los países del primer mundo y gran parte de los del segundo y tercero, los peluqueros y barberos trabajan en peluquerías. En Indonesia, Malasia y Tailandia, me he cortado el pelo en peluquerías, más o menos cutres, pero peluquerías.
En India, en general, también hay pequeñas peluquerías que a veces no son más que cuatro pilares con un techo de madera, sin paredes. Pero en varias ocasiones me he cruzado con lo que podríamos llamar barberos callejeros. Se trata de un señor con un sillón de barbero encima de una acera cualquiera, con un peine, una tijera, una navaja de afeitar y una garrafa de agua.
La primera vez que lo vi me chocó mucho, pero enseguida me pareció una experiencia muy divertida. Y, desde luego, a ellos no les resulta en absoluto extraño que les estén afeitando o cortando el pelo mientras la gente y los vehículos pasan por su lado.
El pelo cae al suelo, pero a nadie le importa porque se lo acabará llevando el viento, la gente y los animales.