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sobre mí

Mi nombre es Javier. Soy español pero actualmente vivo en Tailandia. Toda mi vida he disfrutado mucho viajando. Con mi familia fui por España y una vez a París. Luego, con la escuela hice un intercambio con el sur de Francia y, en el viaje de estudios, fui a Francia, Holanda y Bélgica. Ya en la universidad, fui un verano a Londres y, al acabar, un verano a Berlín. Cuando empecé a trabajar y ganar algo de dinero, empecé a viajar con amigos y amigas, primero por España y un verano fuimos por Italia, Alemania y hasta un poquito de Austria. De todos conservo recuerdos fenomenales. Desde siempre me encantó planificar a mí los viajes, de modo que mis amigos dejaban la planificación en mis manos. Cuando me hice traductor autónomo, mi horario era muy flexible, de modo que empecé a viajar un poco más. Con mi hermano hice dos o tres viajes en coche por Europa en poco tiempo, pero eso me permitió conocer nuevos lugares de Suiza, Italia, Alemania, Holanda y Francia. Una vez, con mis prinos andaluces, fui por Portugal. Y también conocí a alguien que me llevó un fin de semana a Andorra. Después, junto con mi mejor amigo, hacíamos la nochevieja cada año en un lugar. Milán, Oslo, Berlín... Hasta que empezamos a hacer viajes cada vez más largos durante los dos meses de verano. Recorrimos Escandinavia entera en coche y en 2011 fuimos con la mochila a recorrer Indonesia durante dos meses. Esa sería la experiencia que cambiara mi vida.

Respecto a mi vida laboral, estudié Traducción e Interpretación en Barcelona con dos másteres, uno en Tecnologías de la Traducción y la Comunicación y otro en Traducción Médica y trabajé como traductor 5 años. Mis idiomas principales eran inglés, francés, alemán, catalán y español, aunque desde pequeño y también durante los años de universidad, estudié otras lenguas como euskera, portugués, italiano, holandés, gallego o lengua de signos española. Siempre sentí una enorme pasión por los idiomas, y, en el fondo, uno de los objetivos de mis viajes, además de conocer culturas, era aprender idiomas.

Paralelamente estudié Arte Dramático que, sumado al conservatorio de piano y canto que había hecho desde niño, me abrió puertas en el mundo del teatro musical. Entré como profesor de canto en una reconocida escuela de teatro musical, donde estuve 3 años. Fueron unos años fantásticos, hasta que, como mencioné antes, después del citado viaje por Indonesia -primera vez en otro continente- cuando me subí al avión de vuelta, sentí algo muy fuerte. Empecé a llorar como un tonto, porque sentía que dejaba muchas cosas atrás. Y es que la experiencia nos llevó a conocer a gente fantástica que se portó genial con nosotros. Además, sentí una llamada muy intenssa. No quería volver a España, ¡quería seguir recorriendo el mundo entero! Ese era mi verdadero sueño...

Durante ese año 2011, que seguí en Madrid, tenía constantes luchas internas conmigo mismo porque quería dejarlo todo e irme, pero la situación económica en España no era como para dejar un trabajo de buenas a primeras. Además que mi trabajo me gustaba mucho. Y mi amigo me vacaciones cada verano, que era mucho más de lo que la mayoría de la gente tiene. Para distraerme, me gasté algunos ahorros en dos cosas que tenía muchas ganas de hacer. Hice un curso de entrenador de mamíferos acuáticos y me saqué la licencia de patrón de barco. Sí, ese es otro de mis grandes rasgos... Me gusta probarlo todo. Hasta entonces había hecho desde kárate hasta bailes tradicionales y flamenco. Y durante mis estudios de Arte Dramático hice jazz, ballet, contemporáneo y claqué, además de yoga, chikung, taichi y muchos más cursos. También me dio por pintar, montar a caballo y hasta pilotar aviones en simuladores. Por un lado, es un placer sentir esa determinación por probarlo todo, pero a la vez, me canso rápidamente de las cosas que empiezo, con lo cual, nunca estoy saciado.

En 2011 había visto un espectáculo de circo muy impresionante y quise cantar en un circo. Tomé clases de telas, trapecio, aro, equilibrios y acrobacias en una escuela de circo y a finales de ese año, la compañía de circo de la propia escuela me ofreció montar un espectáculo con ellos. ¡Había cumplido otro sueño! A mediados de 2012 debíamos ir de gira a México durante 4 meses, pero el proyecto se canceló, y ese fue el punto en el que decidí que no importaba, que yo igualmente tenía que irme a algún lugar. Y en cuestión de un mes, lo preparé todo. Con mucho dolor, dejé mi trabajo y vendí gran parte de mis cosas para conseguir algo de dinero. Y me compré un billete a Nueva Delhi (India). Cuando se lo dije a mi familia, fue difícil. Al principio no me apoyaron mucho, no querían que me fuera, y algunos hasta me dejaron de hablar unos días. Al final, hicieron un esfuerzo por comprenderme y el 16 de julio dejaba España rumbo a India, sin planes, sin hogar, sin amigos, con solo 4.000 euros en el bolsillo. Mi filosofía era: "si sale mal, siempre puedo volver y buscarme la vida aquí, pero ¿y si sale bien?".

En India tuve un comienzo muy feo, ya lo leeréis en la sección de historias, pero después la cosa mejoró y di con una ONG (organización no gubernamental) en la que hice grandes amigos. Tanto que me quedé dos meses. También aproveché para practicar meditación, yoga y hasta danzas tradicionales indias. A las pocas semanas, me salieron unas clases particulares de español y con eso me pude ir manteniendo. Después me fui a viajar por el norte de India durante un mes y mi plan era continuar hasta Nepal, pero una semana antes, debido al frío (era noviembre), decidí irme a un lugar más cálido, y llegué a Tailandia, donde me encuentro hoy en día.

Durante mi primer mes en una isla del sur de Tailandia (Koh Phangan), hice un curso de masaje tailandés. Y luego encontre mi trabajo actual, el mejor de los trabajos del mundo. Como no iba a empezar hasta finales de enero, me fui a viajar por Singapur, Malasia y Tailandia durante casi dos meses, y cuando me quedaban en el bolsillo menos de 1.000 euros, regresé al lugar del trabajo, Koh Samui.

Este trabajo me ha marcado mucho, porque me permite poner en práctica muchos de mis campos de trabajo. Soy el profesor de idiomas del personal (actualmente enseño inglés y tailandés). Además me encargo de los clientes que no hablan inglés en diferentes idiomas, desde francés, italiano y portugués, en los que me defiendo bien, hasta mis escasos chino, ruso o japonés, que he estado estudiando durante el último año. Y por otro lado, toco el piano y canto en el cine sobre la arena y en eventos. No sólo eso, sino que mi jefe es una persona fantástica, hasta el punto en que se ha convertido en mi familia aquí. Y además mis compañeros y mis alumnos (que también son mis compañeros) son fantásticos y me hacen sentir como en casa. ¿Qué más se puede pedir? Bien, pues ya llevo aquí más de dos años, siendo que mi plan era seguir avanzando y cambiando de país cada pocos meses. Y es que hay algo más. Cuando me pidieron que me quedara más tiempo (que los 4-5 meses que dije de entrada), yo dije que mi sueño era viajar y mi jefe me propuso seguir viajando, pero siempre volver aquí para luego trabajar. Llegamos a un buen acuerdo y así es como vivo hoy en día. Trabajo 7 meses al año y luego viajo 5 meses. No es que sea rico, ni mucho menos, pero bueno, intento sacar el máximo partido a mis ahorros. Es decir, si tengo dinero para irme un mes pero me voy a ir tres, pues tengo que buscar alternativas. Me he vuelto todo un experto buscando vuelos, trenes, buses, planificando los itinerarios en función de los precios y utilizando redes de hospitalidad para alojarme en casas de personas de forma gratuita. No es solo por el ahorro, sino que además las experiencias de la mano de gente local son siempre mucho más auténticas. Y por supuesto, si hablas un poquito del idioma, la experiencia aún va más allá.

Viajando he aprendido mucho de muchas cosas, desde leer las nubes para saber el tiempo que va a hacer hasta historia del mundo desde el pasado hasta la actualidad. En el colegio no tenía ningún interés por la historia, sin embargo ahora me encanta porque la aprende de primera mano y directamente en el lugar donde ocurrieron las cosas. Entre mis otras pasiones destacan la física y la astronomía (en 2011 me compré un telescopio), la química y la medicina, las civilizaciones y el desarrollo de la política, la economía y las religiones a lo largo de la historia, la evolución del hombre y de las especies en general, la psicología, la geografía (tengo mapas y atlas de todas partes), etc.

En estos dos años he estado en muchos países en 5 de los 6 grandes continentes. Estuve apunto de ir a Antártida también, pero no pudo ser, aunque ya llegará el día, no me cabe duda.

Hasta 2015 llevo recorridos 41 países y dentro de un mes emprendo un viaje por la antigua Yugoslavia y luego el centro y sur de África. Esta es la lista de países visitados, iincluyendo el viaje de este verano:

-Europa: Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bosnia, Ciudad del Vaticano, Croacia, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Mónaco, Montenegro, Noruega, Portugal, Reino Unido, República Checa, Serbia, Suecia y Suiza.

-Asia: China, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Japón, Malasia, Singapur, Tailandia, Taiwán y Turquía.

-África: Egipto, Mozambique, Suazilandia, Sudáfrica, Tanzania y Uganda.

América: Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay.

-Oceanía: Australia, Fiji y Nueva Zelanda.

En fin, queda muchísimo por recorrer, ya que esto no es nada más que un 25% de los países del mundo, pero bueno, seguiré con las conquistas mientras pueda.

Muchas gracias a todos mis seguidores. Una de las cosas que mayor satisfacción me producen en mis viajes es compartir todo lo que veo con vosotros. Una gran amiga dice que soy "sus ojos por el mundo". La metáfora me encanta y espero poder ser también vuestros ojos por el mundo.

¡Un abrazo!

Javier

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